Yo quiero romper la vida,
Como cambiarla quisiera,
Ayúdeme compañero;
Ayúdeme, no demore,
Que una gota con ser poco
Con otra se hace aguacero.
(Milonga de Andar Lejos, Daniel Viglietti)
Otra vez las lluvias de los primeros días de julio revientan los candados. Como en aquel mes del 2010 cuando pudimos volver a abrazar a los doce compañeros de Atenco que aún estaban detenidos, sepultados por los burócratas con siglos de cárcel.
Esta lluvia hermana baja hoy en Chiapas y, alimento de las flores que abajo crecen, limpia la vida y borra la mugrosa infamia de los 238 años de prisión asignados por el poder a nueve de l@s pres@s indígenas adherentes a la Sexta.
Salieron algun@s, pero siguen secuestrados otros, entre los adherentes en Chiapas están:
Alberto Patishtán Gómez, en el CERSS 5 de San Cristóbal, miembro de la Voz del Amate.
Alejandro Díaz Santiz, en el CERSS 5 de San Cristóbal, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Antonio Estrada Estrada, en el CERSS 17 de Playas de Catazajá, de San Sebastián Bachajón.
Miguel Demeza Jiménez, en el CERSS 14 de Cintalapa, de San Sebastián Bachajón.
Recuperaron su libertad:
Rosario Díaz Méndez, de la Voz del Amate.
Rosa López Díaz, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Pedro López Jiménez, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Alfredo López Jiménez, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Juan Collazo Jiménez, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Enrique Gómez Hernández, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Juan López Gonzalez, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Benjamin López Aguilar, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Juan Díaz López, de Los Solidarios de la Voz del Amate.
Una victoria que hace añicos las palabras, llenándonos de lágrimas de jubilío e indignación.
Indignad@s porque las motivaciones legales con que liberan hoy a l@s compañer@s – desistimiento de la acción penal y sentencia suspendida – hubieran podido ser aplicadas hace tiempo, evitando años de encierro, tortura y la perpetuación de la injusticia inicial de haberl@s detenido. Nos da coraje también el jaloneo de tres días para ejecutar la orden de liberación – tres días más de angustia para nuestr@s compañer@s – sólo para dar tiempo al gobernador de montar su teatrito ridículo. Nos da rabia por los que quedan y por los años y los sueños robados. Por Natanael, el hijito de Rosa, asesinado por las torturas y el descuido del Estado Mexicano. Por las cicatrices, por el dolor, por las ausencias, por el frío en ciertas noches largas…
Pero también festejamos una certeza que se confirma: sólo la lucha organizada, entre diferentes que se respetan, puede abrir las puertas del infierno legal. Si la lluvia liberó a est@s nueve compañer@s, como recuerda Daniel Viglietti, es porque cada quien fue gota combativa.
Gracias a tod@s, compañer@s. La lucha sigue, para abatir los muros de las prisiones.
Grupo de Trabajo “No Estamos Todxs”, 4 de julio de 2013.