CARTA DE RAÚL ZIBECHI
A los compañeros del Movimiento por Justicia del Barrio:
A la campaña de Lucha Mundial por la Libertad de Patishtán y Sántiz López:
“El color de las cárceles es la marca en el cuerpo del lugar que se ocupó en la historia”, dice la compañera Rita Laura Segato.
Los de arriba están criminalizando el lugar que ocupan las gentes del color de la tierra. Esa es la justicia del Estado, del mal gobierno. Una justicia que encarcela a los hijos de la Pachamama, a los que la defienden y la cuidan, pero deja el libertad a los que la destruyen para usarla como mercancía.
La campaña internacional por la libertad de Patishtán y Sántiz López está mostrando las verdaderas razones por las que están en prisión. Cuando los de abajo se ponen de pie, cuando los pobres del mundo dicen su palabra y se organizan, son sistemáticamente acusados de terroristas y violentos, y contra ellos se ponen en marcha campañas de difamación y se les echan encima los aparatos represivos.
Cuando los de arriba se roban los bienes públicos, cuando los banqueros se apropian de los dineros y del trabajo de todos, son premiados con cargos en los malos gobiernos y se usan los dineros de los Estados para salvar sus negocios sucios.
No son errores ni desviaciones, sino el verdadero sentido de la justicia de los Estados: proteger a los de arriba y condenar a los de abajo. En este mundo existen dos justicias: la de los gobiernos y la de los pueblos. La primera la ejecutan señores blancos y ricos protegidos por guardias armados, que se encierran en palacios para tomar decisiones. La segunda es la justicia comunitaria que toma sus decisiones en las asambleas de la gente común, que es la gente del color de la tierra, donde todos y todas pueden debatir porque no hacen falta abogados ni especialistas para distinguir el bien del mal.
Son dos justicias para dos mundos opuestos. Algún día nuestra justicia podrá juzgar a los de arriba; y ese día los de arriba serán condenados a vivir de su trabajo, a cuidar de los bienes comunes. Serán condenados a vivir como vivimos el 99% de los seres humanos.
Ese día, que no está lejos, recordaremos a los hermanos Patishtán y Sántiz López como dos de los muchos parteros y parteras que hicieron posible el nacimiento de un mundo nuevo.
Raúl Zibechi
Montevideo
CARTA DE HUGO BLANCO
A las hermanas y hermanos de México y del mundo:
Ahora México se ha convertido en el país modelo para el país poderoso del norte.
Los Estados Unidos son el país más consumidor de droga, son el país donde radican los grandes barones de la droga. Son el país que envía los insumos químicos para la producción de la cocaína. Son el principal país donde se lava el dinero. Son el país de donde se envía armas a los narcotraficantes.
México sirve de laboratorio para la falsamente llamada “guerra al narcotráfico”. Se ha movilizado al ejército en esa guerra en la que mueren centenares de persona inocentes que nada tienen que ver con el narcotráfico.
El sueño de los barones de la droga de Estados Unidos es extender ese modelo por toda América Latina para así aplastar a los pueblos y ganar mucho dinero.
En México las cárceles no son para los narcotraficantes, sino para indígenas que no han hecho nada malo, como Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López.
¿Cuál fue el “delito” de ellos? Pensar que México debe ser para todos los mexicanos, donde todos trabajen y todos vivan tranquilamente, sin explotar a nadie ni ser explotados, disfrutando de los frutos que nos da la tierra. Un país donde todos puedan educarse, donde todos puedan atender su salud, donde no haya ni millonarios ni mendigos. Un país donde todos se interesen por todos, como en las comunidadesindígenas. Un país que esté formado por comunidades de comunidades, en el campo y en las ciudades. Donde no haya quienes mandan y quienes obedecen, donde todos manden. Un país donde todos sean profundamente solidarios, donde no sea necesario pisar en la cabeza de otro para subir.
Pensaban así, y entendieron que no debían conformarse con pensar, que debían colaborar para construir ese país solidario que viviera en un mundo solidario.
Por eso Alberto adhirió a “la otra campaña” y Francisco fue base de apoyo del EZLN.
Por eso Alberto está 12 años preso y Francisco 6.
Hermanas y hermanos de México y de otros países, con toda justicia piensan que eso debe acabar, que Alberto y Francisco deben salir libres ¡YA!, por eso han convocado a la “Segunda Semana de Lucha Mundial por la Libertad de Patishtán y Sántiz López: ¡A Tumbar Las Paredes del Calabozo!”
Así como Alberto y Francisco no se conformaron con pensar en un México nuevo en un mundo nuevo y trabajaron para conseguirlo, nosotros no debemos conformarnos con desear su libertad, debemos actuar para conseguirla participando en la campaña.
Hugo Blanco
Director de “Lucha Indígena”
Perú
CARTA DE GUSTAVO ESTEVA
Al Movimiento por Justicia del Barrio, La Otra Campaña, Nueva York
Estimados compañeros:
Desde mi rincón oaxaqueño deseo sumar todo el corazón, la esperanza y la energía a la Segunda Semana de Lucha Mundial ¡A tumbar las paredes del calabozo!
Ha llegado la hora de tumbar ese calabozo y todos los demás.
Alberto Pathistán lleva más de diez años en una cárcel injusta. No podemos cerrar los ojos ante eso y alzarnos de hombros, agregándolo a la larga lista de los presos políticos. Tampoco podemos tranquilizarnos al pensar que Francisco Sántiz sólo ha estado seis meses en prisión. La cárcel de estos dos compañeros tiene que pesar sobre nosotros como si fuera nuestra propia cárcel. Porque en verdad lo es. Mientras ellos sigan presos lo estamos todos: nos aprisiona este sistema abominable de cuyas rejas no hemos sabido librarnos.
Dice bien don Raúl Zibechi: dominan dos justicias. Las leyes y los tribunales sirven para que unos puedan ignorarlas y violarlas y para que otros, la mayoría, paremos en la cárcel. Las leyes y los tribunales sirven para que Felipe Calderón y Juan Sabines sigan impunemente ordenando asesinatos y otros crímenes y para que luchadores sociales como Alberto y Francisco padezcan su prisión.
Dice bien John Berger que si se viera obligado a usar una sola palabra para describir el mundo de hoy usaría la palabra prisión. Y sí: nuestra lucha, la lucha de todos los días, todos los instantes, tiene que ser una lucha contra el régimen capitalista y contra quienes lo administran desde el Estado. Tenemos que romper ante todo las rejas que aún tenemos en la cabeza, las que llevan a pensar que cambiando allá arriba algunas cositas o personas todo va a arreglarse. Y luego tenemos que romper las cadenas que aún atan nuestras manos y nuestros pies y nos impiden ponernos en marcha a la conquista de nuestra autonomía en cada pedazo del mundo que nos toca vivir. Sólo esas autonomías, afianzadas en cada lugar y enlazadas solidariamente en todas partes, nos permitirán salir del calabozo.
Como nos dijeron hace tiempo los zapatistas, estamos en la Cuarta Guerra Mundial. La lanzan contra nosotros las corporaciones y los gobiernos de todo el mundo. Por eso nuestra lucha no puede ser aislada. Por eso tenemos que decirles ¡Basta! y hacerles ver que estamos firmes y seguimos decididos. Nada nos detendrá.
Es admirable, compañeros, la solidaridad que ya han logrado levantar en torno a Alberto y Francisco. Son ellos modelo y símbolo para todos nosotros, como lo es la iniciativa que toman desde ese modesto barrio al Este de Harlem.
Queremos estar ahí, con ustedes, quienes aún hemos podido quedarnos en Oaxaca y desde aquí mantenemos la lucha para tumbar las paredes de todos los calabozos que nos aprisionan.
Un abrazo solidario,
Gustavo Esteva
San Pablo Etla, Oaxaca.
CARTA DE JOHN HOLLOWAY
Al Movimiento por Justicia del Barrio,
La Otra Campaña, Nueva York
¡Qué impresionante! Ola tras ola de protesta por la liberación de Alberto Patishtán y Francisco Sántiz López, carta tras carta llegando de cada parte del mundo. Resultado por supuesto de la organización y determinación de los organizadores de las semanas de lucha por su liberación, pero es algo mucho más que eso. Reconocemos en Alberto y Francisco a nosotros, reconocemos que están sufriendo por nosotros. Su lucha es nuestra lucha. Su lucha es la lucha de todos los que soñamos todavía que pueda haber un futuro para la humanidad, una vida digna. Su encarcelamiento es simplemente otra manifestación de que el capitalismo no tiene lugar para la humanidad. El sistema actual es una agresión constante, una máquina de destrucción que busca destruir todo lo que no se subordina a su lógica del dinero, todo lo que se opone a la lógica de la ganancia. Pero no logra hacerlo porque hay gente como Alberto y Francisco que dicen No, que no lo van a aceptar – Alberto y Francisco e Inés y César y Juan y Ana y Julio y Sergio y Toño y Virginia y Hortensia y Cecilia y Gustavo y Tom y Bill y Vittorio y Martha y Hans y Sabu y Mariana y Silvia y Eric y Giuseppe y François, y, y, y, y, y millones y millones y millones que no vamos a aceptar. Por eso todas las protestas, por eso todas las cartas – porque nosotras y nosotros estamos con ellos en la cárcel. Para que ellos respiren, para que ellos vivan, para que nosotras y nosotros respiremos, vivamos, tenemos que tumbar las paredes del calabozo. Tumbemos las paredes de los calabozos de Chiapas, los calabozos del mundo, tumbemos el sistema-calabozo.
John Holloway
CARTA DE MUJERES OCUPANDO WALL STREET
Nosotras, como integrantes del Caucus Mujeres Ocupando Wall Street del Movimiento Ocupa Wall Street en la Ciudad de Nueva York, queremos manifestar nuestra solidaridad y apoyo a la “Segunda Semana de Lucha Mundial por la Libertad de Patishtán y Sántiz López: ¡A Tumbar Las Paredes del Calabozo!”, convocada por nuestras hermanas y hermanos del Movimiento por Justicia del Barrio.
WOW (Women Occupying Wall Street) significa Mujeres Ocupando Wall Street. Somos el Caucus de Mujeres de Ocupa Wall Street. Existimos como caucus para crear un espacio seguro para el empoderamiento de personas que se auto-identifican como mujeres, para la concientización comunitaria, y para la acción colectiva sobre las cuestiones que más afectan a las mujeres. Las cuestiones que afectan a mujeres, afectan también a toda la sociedad.http://www.nycga.net/groups/wow/
Esta “Segunda Semana de Lucha,” la cual busca justicia y libertad a estos dos presos políticos indígenas, es una que tiene resonancia con nuestra lucha local por la justicia y en contra del patriarcado.
Como mujeres, entendemos que el patriarcado es un sistema injusto y opresivo que afecta a todas las instituciones políticas, económicas, culturales, y sociales que hay en este planeta. Por lo tanto, está imbricado a todas las luchas por un mundo nuevo y justo.
Como consecuencia, la lucha en contra del encarcelamiento injusto y la respresión política, y de las condiciones que los fomenta, debe ser una lucha en contra del patriarcado y los sistemas asociados basados en la opresión de genero.
Cuando tod@s l@s que luchan y se organizan con sus comunidades por la justicia, democracia, y libertad son castigados por el Estado debido a sus esfuerzos, el patriarcado es reforzado.
Nosotras creemos que las voces de las mujeres, tales como las de nuestras compañeras de Movimiento por Justicia del Barrio y las de todas las mujeres en México quienes están liderando la lucha por justicia para tod@s l@s pres@s polític@s, deban estar en el centro de estas conversaciones y luchas. Afirmamos que nuestras preocupaciones y demandas, como mujeres, son inprescindibles y esenciales.
Por todas las razones arriba mencionadas, vamos a continuar apoyando los esfuerzos organizados por nuestr@s compañer@s de Movimiento por Justicia del Barrio por nuestros hermanos indígenas, Alberto Patishtán y Francisco Santiz y las luchas de las que son parte. Saludamos y pedimos a todas las mujeres de todas partes que sigan conduciendo estos esfuerzos.
Mujeres Ocupando Wall Street