Nuestro compañero Alberto Patisthán ha atravesado por 12 años un largo camino de irregularidades jurídicas, injusticias y mentiras. Detenido el 19 de junio del 2000, por delitos que no cometió, el Estado lo acusa, tortura y encarcela por luchar por la organización comunitaria y denunciar los malos manejos de las autoridades municipales. Sin embargo, ni los maltratos ni los castigos han amedrentado su capacidad de indignarse ante la injusticia y desde la cárcel su lucha ha continuado, no sólo por su libertad, sino de otros tantos presos que también han tenido que soportar las irregularidades jurídicas, las injusticias y las mentiras: el colectivo La Voz del Amate es muestra de esto.
El miércoles 6 de marzo de 2013 nuevamente prevaleció la injusticia, la discriminación y el racismo contra el Profesor Alberto Patisthán, contra los pueblos indígenas y contra los presos políticos que se encuentran en las cárceles de nuestro país. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó reasumir su competencia para conocer el incidente de reconocimiento de inocencia que promovió el profesor Alberto Patishtán Gómez, sentenciado a 60 años de prisión.
El proyecto de dictamen elaborado por la ministra Olga Sánchez Cordero y apoyado por el ministro Arturo Zaldívar fue rechazado por los ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Ramón Cossío y Jorge Pardo Rebolledo, quienes, después de expresar unas cuantas frases y no mostrar interés alguno, arguyeron la falta de elementos para revisar el caso. Su actitud ha sido una clara muestra de arrogancia y discriminación.
El seguimiento, el trabajo y las diversas manifestaciones solidarias que han realizado organizaciones, colectivos e individuos de México y de otras partes del planeta han sido fundamentales para denunciar las irregularidades y, en no pocas ocasiones, presionar para detener otras tantas injusticias y demandar el respeto de sus derechos fundamentales. De ahí que mantenemos nuestra posición de que lo fundamental es la organización y la movilización desde abajo y a la izquierda, sólo así lograremos que la justicia deje de ser moneda de cambio para puestos y cargos públicos y sea, entonces, el rostro, la voz, los pasos y las manos de quienes cotidianamente con su trabajo y sus sueños, hacen andar los diversos mundos por una vida libre y digna en cada uno de ellos.
¡Libertad a Alberto Patishtán!
Contra el despojo y la represión:
la solidaridad
Red Contra la Represión y por la Solidaridad
(RvsR)